Una maestra jubilada estadounidense, Kitty O’Meara, publicó la semana pasada en su blog un poema que, al poco tiempo, se había convertido en viral en inglés antes de traducirse a varios idiomas. Su inspiración ha sido esta situación que estamos sufriendo a consecuencia del COVID-19. Por si aún no lo habéis leído, aquí os lo dejo:
“Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Algunos bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente.
Y la gente sanó. Y, en ausencia de personas que viven en la ignorancia y el peligro, sin sentido y sin corazón, la tierra comenzó a sanar.
Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron nuevas imágenes, crearon nuevas formas de vivir y curaron la tierra por completo, tal y como ellos habían sido curados".