miércoles, 1 de febrero de 2017

¿EXPERIMENTAMOS?
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 Como sabéis, aprender puede ser muy divertido y más si utilizamos como recurso los experimentos.
vamos a intentar aprender muchas cosas sobre nuestro cuerpo y los alimentos  que son las  unidades didácticas que estamos trabajando actualmente.
 Con distintos experimentos muy motivadores para vuestros hijos aprenderán curiosidades sobre el cuerpo y algunos alimentos.
En este enlace podréis conocer una página que os muestra muchas curiosidades sobre el cuerpo.
EXPERIMENTOS CON EL CUERPO HUMANO


Ahora vamos a ver un experimento muy divertido con un alimento ( el huevo) ya que también trabajaremos los alimentos en este trimestre.

Cómo convertir un huevo en una pelota

Un huevo tiene una estructura rígida. Lo suficientemente dura como para permitir el desarrollo de una futura vida, en una fase que comienza con un única célula para pasar a convertirse en embrión y, posteriormente, en un animal perfectamente formado. Pero un huevo tiene que ser lo suficientemente frágil como para permitir que el animal maduro salga al exterior rompiendo la cáscara por sus propios medios.
En este experimento veremos cómo la rígida estructura de un huevo se debe, como en el resto de la materia, a su composición química. Un pequeño cambio en ella, puede provocar un gran cambio en sus características físicas.
El duro aunque frágil huevo se va a convertir en nuestras manos en un objeto con las características exactamente inversas: blando y flexible. Tanto, que incluso podremos lanzarlo contra el suelo y conseguir que rebote sin romperse.
Grado de dificultad: Muy fácil
Necesidades
  • Un huevo de gallina
  • Un envase transparente con tapa, preferentemente de cristal (con el tamaño suficiente para albergar el huevo y algo de líquido alrededor)

  • Vinagre de vino
  • Agua del grifo
El experimento
  1. Cogemos un huevo de gallina convencional, de los que se encuentran en cualquier tienda, y lo introducimos en el envase.
  2. Rellenamos el envase con vinagre, hasta cubrir por completo el huevo.
  3. Cerramos con cuidado la tapa (después veremos la importancia de este paso)
  4. Esperamos al menos durante 48 horas, rellenando con vinagre en caso de que el líquido quede por debajo del huevo.
  5. Abrimos el envase, sacamos el huevo, lo lavamos con agua corriente y comprobamos cómo la dura cáscara y el huevo en sí mismo se ha convertido en una masa flexible y gomosa
Conclusión
Lo que conocemos como vinagre es ácido acético disuelto en agua. La cáscara de huevo está compuesta por carbonato de calcio. El ácido disuelve este compuesto, que es el que da la dureza a la cáscara, en un proceso que genera dióxido de carbono. La cáscara, literalmente, desaparece.
Ello provoca que el agua que contiene el vinagre se introduzca dentro del huevo, concretamente dentro de la membrana que rodea la yema del huevo (la que podemos observar cuando pelamos un huevo cocido). Después del experimento, nuestro huevo es más grande que al inicio, una muestra de esa absorción de agua dentro de la membrana.
Consejos especiales
  • ¿Sin tapa?
    Este experimento puede realizarse perfectamente en cualquier tipo de envase, incluso en alguno que no tenga tapa. Recomendamos que siempre se haga con la tapa, por el desagradable olor que despide la reacción química que provoca el ácido acético y el carbonato de calcio. Este olor no representa ningún problema para la salud, pero es realmente poco aconsejable y puede animar a frenar el experimento antes de tiempo.
  • Jugar con el tiempo
    Una vez realizado con éxito el experimento, tras haber dejado el huevo durante dos días en el vinagre y haber comprobado la facilidad del experimento, podemos jugar con el tiempo. Por ejemplo, si dejamos el huevo durante menos tiempo (algo más de 24 horas, aunque depende del tipo de vinagre), veremos cómo si lo hacemos rebotar contra una superficie dura acaba rompiéndose en nuestras manos como un huevo normal, dejando salir incluso su clara y su yema. Si está en vinagre algo más de 48 horas, incluso hasta tres o cuatro días, las posibilidades de que el huevo rebote sin romperse aumentan y podemos dejarlo caer sobre una superficie dura desde una distancia de varias pulgadas haciendo que rebote como una pelota de goma.
  • Dióxido de carbono
    Durante el experimento, veremos que nuestro recipiente se llena de burbujas. Ello se debe a que el ácido acético del vinagre disuelve el carbonato de calcio del huevo, en ese proceso se produce dióxido de carbono. Este gas carbónico o CO2 nos sirvió para realizar un experimento en el que un globo se hinchaba solo y del que hablamos porque nos permite disfrutar de pan y bollos esponjosos y suaves.
Qué aprendemos
Los huevos de ave, y especialmente los de gallina, son la forma más habitual de encontrar este auténtico contenedor de vida. Pero no podemos olvidar que otras muchos animales se reproducen a través de huevos, como reptiles, anfibios y peces, pero también insectos, arácnidos e incluso algunos mamíferos, como el extraño ornitorrinco.
La dureza exterior de los huevos de ave se debe al carbonato de calcio. Si, a través de una simple reacción química, conseguimos eliminar ese componente, eliminamos la rigidez que caracteriza a este exquisito elemento.
 Bueno espero que os haya gustado la publicación de hoy y ya sabéis a experimentar y a cuidar nuestro cuerpo.